Harry Potter y el misterio del príncipe
Día uno.
Gracias a Dios que pude enfundarme en la túnica sin forzar visiblemente las costuras.
Alan Rickman es uno de los actores más queridos y polifacéticos de todos los tiempos. Sus aires de dignidad, su voz penetrante y el ingenio que aportaba a cada uno de sus papeles continúa cautivando a la audiencia hoy en día, tal como muestran sus actuaciones como el villano Hans Gruber en la película La jungla de cristal o su personificación del Profesor Severus Snape en la saga Harry Potter, entre muchos otros roles.
Sin embargo, la capacidad de Rickman no se limitaba a sus interpretaciones. Sus diarios detallan lo extraordinario y lo ordinario de un modo anecdótico, indiscreto, ingenioso e incluso cotilla, aunque siempre partiendo de la más absoluta sinceridad. Rickman nos traslada al interior de su casa, a viajes con amigos por todo el mundo y a los platós de películas y obras de teatro que van desde Sentido y sensibilidad hasta Vidas privadas, pasando por la serie Harry Potter y la última película que dirigió, Un pequeño caos.
