A ella le gusta el caos. Él prefiere la rutina. ¿Lo único que tienen en común? Lo mucho que se odian.
Teddy Andersen no tiene un plan. Nunca lo ha necesitado. Siempre ha sido más de dejarse llevar por la corriente. Pero, por alguna razón, esta vez la corriente no parece ir a su favor.
Su chaqueta de ante vintage favorita tiene un agujero, se le ha estropeado la máquina de coser y su mejor amiga acaba de prometerse. De repente, todo está empezando a cambiar. Teddy está acostumbrada a ser una líder, pero ahora siente que se está quedando atrás, y se pregunta si la vida en el pequeño pueblo que ama es suficiente para ella.
Gus Ryder está desbordado. No sabe qué es más difícil: cuidar del rancho familiar de tres mil hectáreas o criar a su intrépida hija de seis años, quien va a pasar el verano con él. Gus siempre ha podido con todo, pero cuando la carga de trabajo empieza a abrumarle, tiene que admitir que necesita ayuda.
La mejor amiga de su hermana pequeña, a la cual no soporta, no es precisamente la ayuda que esperaba. Pero cuando nadie más está disponible, Teddy parece ser su única opción. Este podría ser un verano decisivo para ambos. Teddy lo aprovechará para pensar qué quiere realmente en la vida. Mientras Gus empieza a ver a Teddy de otra forma.
A medida que los ánimos se caldean y la tensión aumenta, los dos deberán decidir si rendirse a sus sentimientos o dejar que pasen como el verano. ¿Serán capaces de echarse el lazo? ¿O cabalgarán libres hacia rumbos distintos?
